El panorama que Óscar ofrece este año es excepcional: en la categoría principal aparecen diez buenas películas. A diferencia de otros años, en que competían por el premio a mejor película algunos títulos de mediana estatura (sobre todo desde que se convocan diez películas), ahora el nivel, en general, es alto. Habría que precisar que hay dos cintas que están un piso más abajo –Barbie, Vidas pasadas– y que figuran otras dos que son “extranjeras” –Anatomía de una caída y Zona de interés– y que están ahí, me temo, porque le permiten a la Academia norteamericana parecer inclusiva y (re)conocedora, pero que, apuesto, no van a ganar la máxima estatuilla porque no corresponden al estilo y gusto de lo que suelen premiar los académicos. Completan la lista: Los asesinos de la luna (Killers of the Flower Moon, 2023) de Martin Scorsese, Pobres criaturas (Poor Things, 2023) de Yorgos Lanthimos, American Fiction (2023) de Cord Jefferson, Oppenheimer (2023) de Christopher Nolan, Maestro (2023) de Bradley Cooper y Los que se quedan (The Holdovers, 2023) de Alexander Payne.
Llama la atención que seis de las diez nominadas ubiquen la acción en épocas pretéritas. Al parecer es un subterfugio provechoso que han encontrado los creadores cinematográficos para ocuparse de los delicados tiempos presentes, para comentarlos y criticarlos, con mayor libertad e incorrección.
Las diez películas que agrupa esta categoría, reitero, son buenas películas, por lo que la competencia al parecer ahora sí será entre pares. Y si de por sí no es tan predecible anticipar cuál película será “la mejor” (ve tú a saber cuál elemento de la agenda del oportunismo correcto se va a privilegiar este año), la estatura de las cintas mentadas dificulta un poco más el pronóstico. No obstante, ¿cómo privarse de sumarse a la frivolidad de temporada?, ¿cómo resistirse a hacer la quiniela de rigor y así poner algo de interés a la larguísima ceremonia de este domingo (le entrega número 96, dicho sea de paso), en la que habrán de repartirse los premios, de prodigarse los agradecimientos infinitos y los chistes habituales?
Actuación
Comencemos con una categoría que se ha vuelto predecible. No me detendré en revisar los desempeños de este gremio. Todas son grandes actrices y todos son grandes actores; todos trabajan de forma “increíble”, como suelen decir los que califican las actuaciones (aunque “increíble” es un calificativo que no dice absolutamente nada). Dado que aquí se replica lo que el sindicato ya premió, repliquemos:
Actriz
Lily Gladstone por Los asesinos de la luna de Martin Scorsese
Actriz de reparto
Da’Vine Joy Randolph por Los que se quedan de Alexander Payne
Actor
Cillian Murphy por Oppenheimer de Christopher Nolan
Actor de reparto
Robert Downey Jr. por Oppenheimer
Guión
En esta categoría me parece que hay más competencia en la terna de guión adaptado, pues prácticamente todas ofrecen guiones sólidos.
Guión adaptado
Tres de los nominados son redondos: American Fiction, Oppenheimer y Zona de interés. Coincidentemente, los tres fueron escritos por los realizadores. Por otra parte, Pobres criaturas cojea y Barbie tropieza. El favorito en las apuestas es American Fiction; creo que el ganador será Oppenheimer.
Guión original
La competencia estará entre tres: Los que se quedan, Maestro y Anatomía de una caída. El ganador será este último. Y, me temo, éste será su premio de consolación.
Cinefotografía
Me parece que ésta es la categoría más pareja de todas. Las cinco películas postuladas son extraordinarias en este rubro. Todas ellas hacen uso del blanco y negro, el cual es lucidor, se diría que per se, como bien saben todos los cineastas primerizos: El conde de Pablo Larraín, en la totalidad de la duración; Maestro, Oppenheimer, Pobres criaturas y Los asesinos de la luna en algunos pasajes. Yo apuesto por Matthew Libatique, por al abanico de matices que consigue en Maestro.
Edición
Todas las nominadas hacen buen uso del montaje, el cual se concreta en la edición. La veterana Thelma Schoonmaker se las sabe de todas todas, y deja constancia de ello en Los asesinos de la luna; pero el montaje de Oppenheimer (y la edición de Jennifer Lane) ofrece mayor espacio para el lucimiento. Me inclino por esta última.
Sonido
Como en el asunto del montaje (concepción) y edición (ejecución), en este rubro creo que la ganadora será la que conjuga de mejor forma ambas labores y hace la apuesta más amplia de las posibilidades sonoras: Zona de interés. Es magistral el uso del fuera de campo, recurso pertinente para ampliar el campo de visión y por medio del cual oímos fuentes sonoras que no vemos, que están fuera del encuadre.
Director
La competencia es dura en este sector. Creo que Martin Scorsese debería salir con la estatuilla. No obstante, a Óscar le gusta convocarlo para pararse el cuello –Scorsese es el mejor realizador norteamericano vivo– y su labor en Los asesinos de la luna es excepcional para no variar. No obstante, a Óscar le gusta enviarlo a casa con las manos vacías: ésta es su décima nominación y sólo ha ganado una vez. Me temo que este año no será la excepción. Ahora le tocará ver cómo Christopher Nolan, responsable de Oppenheimer, celebra con bomba y platillo.
Animación
Es desconcertante la competencia en este sector. ¿Cómo es que nominan Elementos, una de las peores películas de Pixar? En fin, creo que es un “strike cantado”: El niño y la garza (Kimitachi wa dô ikiru ka, 2023) de Hayao Miyazaki se llevará la estatuilla a Japón.
Película internacional
Aún no he visto todas las nominadas, por lo que elegir alguna será como un volado… más o menos razonado en función de la oportunidad y el mensaje. Zona de interés posa la mirada sobre el nazismo. No es el asunto más relevante de la película, pero el oportunismo norteamericano prefiere mirar al pasado para señalar a los malos por antonomasia que tomar distancia con los genocidas del presente. Por otra parte, La sociedad de la nieve (2023) de J.A. Bayona envía un mensaje de esperanza. Imagino que la ganadora será alguna de ellas.
Película
Mi corazoncito se inclina por Los asesinos de la luna, que aplaudí y aplaudo con pasión. Sin embargo, creo que la ganadora será Oppenheimer, que celebré a rabiar en la sala: la emoción duró incluso más que el más reciente campeonato del América.