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El último vagón: la educación es emoción
Desde hace algunos años he perdido el interés en el cine mexicano. Las últimas películas que vi no me atraparon y me resultaron más bien indiferentes. Reconozco las buenas hechuras: es claro que hay una buena asimilación de la forma, que los jóvenes realizadores han tenido un buen aprendizaje escolar. Pero al final veo demasiado…