Óscar 2021: Judas y el mesías negro

Judas y el mesías negro (Judas and the Black Messiah, 2021) es el segundo largometraje del realizador afroamericano Shaka King. La cinta se inspira en personajes y eventos que tuvieron lugar a finales de los años sesenta en Chicago y que giran alrededor del Partido Pantera Negra. Ésta era una organización armada y revolucionaria, de corte socialista, que buscaba hacer una ruptura con el statu quo. King da cuenta de la singularidad de este partido y sus miembros; su propuesta audiovisual, por otra parte, sigue las convenciones.

King acompaña a Bill O’Neal (LaKeith Stanfield), un ladrón que, para robar automóviles, utiliza una placa falsa del FBI. Éste lo detiene y le propone dejar en suspenso su posible sentencia a cambio de infiltrarse con los pantera negra. Así, pronto se involucra con el presidente del partido en Illinois, Fred Hampton (Daniel Kaluuya) y, mientras asciende en la organización revolucionaria, filtra información importante al FBI… y gana dinero por ello.

King apuesta por un relato en flashback a partir de lo que descubrimos que es una entrevista que O’Neal concedió a la televisión. Así somos testigos de primera mano de las abyecciones que “la rata”, el Judas del título, va cometiendo. (Aunque, justo es precisar, O’Neal no es un judas: no era un pantera negra que se convirtió en informante del FBI; era un ladrón que ingresó por decisión del FBI a la organización). La cámara, que por momentos realiza acercamientos “epidérmicos”, conduce de forma apacible el curso de los eventos. En la puesta en escena hay una labor notable. Ésta recrea la época con verosimilitud y solvencia gracias a los vestuarios, maquillajes y escenografías. Lo mejor está en la cinefotografía, cortesía del texano Sean Bobbitt (colaborador de cabecera de Steve McQueen). Con un cromatismo que va de la calidez a la frialdad contribuye a establecer atmósferas y a dar cuenta del ánimo que habita a los protagonistas. Llaman la atención en particular las escenas nocturnas en exteriores (con pisos húmedos y lluvia conveniente para dar nitidez a todo el encuadre), donde predominan tonos amarillentos y verdosos, que generan inquietud, malestar y a veces incrementan la sensación de amenaza. Por el contrario, las músicas de Mark Isham y Craig Harris rara vez abandonan un tono suave.

Judas y el mesías negro transita por momentos por la ruta del thriller, pero éste no consigue gran intensidad. Tiene el valor, sin embargo, de poner el piso para hacer algunas revelaciones y recordatorios oportunos. Lo más valioso, me parece, es el paso a la intimidad de los pantera negra, una organización que, al menos en Chicago y de la mano de Hampton, no se limitaba a defender los derechos de los negros, sino que tenía una visión amplia y congregaba a los marginados del capitalismo. Era una organización revolucionaria, no reformista (como se hace hincapié en la cinta), que a pesar de la brutal represión que sufrió (que incluía redadas policiales y ataques directos: eran otros tiempos y otras represiones) no dejó de pelear por obtener educación, salud y libertad para los oprimidos. En los tiempos que corren, en los que los defensores de tal o cual causa tienden a ser exclusivos y excluyentes, este ideario y este proceder son un valioso recordatorio de las bondades de movimientos que tienen amplias miras y ambiciones. King nos recuerda, además, que nunca faltan traidores a los movimientos que en verdad ponen en jaque al sistema.

Al final King entrega una película convencional, a diferencia de las propuestas cinematográficas revolucionarias que se dieron en los años que cubre la cinta. Vale la pena recordar las reflexiones que hicieron en América Latina cineastas como el brasileño Glauber Rocha y el boliviano Jorge Sanjinés, que rompieron con el cine clásico en el afán de ser congruentes con los asuntos que abordaban sus cintas: para ellos la Revolución se filma de forma revolucionaria. Para King, no.

Nominaciones al Óscar:

Mejor película, actor (Daniel Kaluuya), canción, guión, actor de reparto (LaKeith Stanfield) y cinefotografía

Calificación 75%

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *