Cine negro II: This Gun for Hire

Por José Javier Coz

En el Reino Unido This Gun for Hire (Esta pistola para contratar) se estrenó como A Gun for Sale (Un revólver en venta), título de la novela de Graham Greene publicada en 1936 sobre la que se basaron los guionistas. En México se tituló Un alma atormentada y en España El cuervo.

La dirección corrió a cargo de Frank Tuttle, quien ya llevaba una larga carrera desde 1922 y que se extendió hasta 1959, y en la que cabe destacar otras piezas de cine negro: Suspense de 1946, Gunmen in the Streets de 1950 y A Cry in the Night de 1956.

El uso de coincidencias como recurso narrativo puede legitimarse cuando una historia narrada en menos de hora y media contiene demasiados elementos delictivos o uno demasiado peligroso como violar un contrato de confidencialidad que llegue a poner en jaque la seguridad nacional.

En San Francisco, Willard Gates (Laird Cregar) es un alto ejecutivo de una fábrica de gas venenoso de uso exclusivo del ejército. En colusión con el dueño, vende la fórmula química a un contrabandista internacional, Albert Baker. Una vez con la fórmula en mano, Baker empieza a extorsionar a Gates. Éste contrata a un asesino, Raven (Alan Ladd), y elimina a Baker. Gates le paga a Raven con billetes marcados y reportados como robo para evitar otra extorsión. Raven repara en la marca de los billetes algunas horas después de hacer una compra y confirma que la policía lo tiene identificado y lo estará rastreando. Decide vengarse.

Gates tiene un negocio propio en Los Angeles: un club nocturno donde trabaja Ellen, personificada por la jovencita y hermosa Veronica Lake. Un investigador de la inteligencia del gobierno encubierto como senador aprovecha esta relación laboral y se pone en contacto con Ellen para que le pise los talones a Gates, quien ya está en la mira como sospechoso de haber vendido la fórmula del gas. Gates se entera y decide adelantarse. Raven y Ellen no se conocen, pero sabemos que ambos están sobre los pasos de Gates. Los tres, Gates, Raven y Ellen, convergen en un tren de San Francisco a Los Angeles, el vehículo ideal para que la coincidencia no se vea tan forzada. Un recurso que se retomará en la famosa The Narrow Margin (1952), casi toda rodada en un set ferrocarrilero. El guionista arriesga varias casualidades porque son probables en una escenografía tan económica: Raven y Ellen toman asientos contiguos; ambos se duermen y ella recarga su cabeza en él; Gates los ve y sospecha que son novios y desde el tren envía un telegrama a la policía de Los Angeles notificando que Raven está a bordo. La policía espera a Raven en la estación de tren en Los Angeles. Raven aprovecha un momento de tumulto en el andén para escabullirse usando inútilmente a Ellen de rehén pues ella logra zafarse. En el club, Gates invita a Ellen a cenar en su mansión para matarla. Ellen no sabe que Gates sospecha de ella. Mientras tanto, Raven se dirige al club, pero cuando llega no encuentra a Gates. Le informan que puede encontrarlo en su residencia. Cuando Raven arriba e irrumpe en casa de Gates, éste ya había regresado al club. Raven encuentra a Ellen amarrada. La desata y a punta de pistola la conduce hasta las inmediaciones de la fábrica donde se atrincheran en una construcción destartalada. La policía los tiene ubicados, se posicionan y tratan de disuadirlo sin éxito. Raven planea dirigirse a la fábrica cuando amanezca usando a Ellen de protección, entrar a la fábrica y matar a Gates. En el transcurso de la madrugada Ellen desarrolla un vínculo especial con Raven en el que vemos a través de sus ojos compasivos. Esta parte de la película y su desenlace son más que todo el resto. Es lo que la hace imprescindible. El espectador intuye que, frente a Gates, Ellen ve en Raven a un hombre que no es dueño de su destino y él se sabe incapaz de sacrificar a una inocente. Raven se convierte en un antihéroe. Los espectadores somos Ellen. No queremos que la fatalidad lo alcance. Ella en algunos momentos puede escapar, pero decide quedarse a tratar de convencerlo de que se entregue. En el peor de los escenarios, prefiere salvarlo haciendo un buen papel de escudo y que las balas no lo alcancen.

This Gun for Fire se filmó en plena Segunda Guerra Mundial y se adelanta a toda la cinematografía que tiene a la Guerra Fría ya sea como contexto o como asunto central. Recordemos Notorious (1946) en el que la CIA no se explicaba cómo Alfred Hitchcock estaba enterado del tráfico de uranio y de los nazis que se escondieron en Brasil encubiertos con identidades falsas.

Quisiéramos destacar dos momentos en el que se usa el black-out de manera especial. En el primero hay un cambio de escena con continuidad en una secuencia: la barriga de un personaje en un restaurante se acerca totalmente a la cámara hasta generar un encuadre negro para inmediatamente ver cómo el mismo personaje se aleja de espaldas arribando a su oficina. El segundo black-out lo usa Tuttle para el corte de dos tomas de una misma escena y que al conservar perfectamente el encuadre parece sólo una. En esta escena, dos personas conversan en el asiento trasero de un automóvil que se desplaza por una carretera que vemos por la luneta a sus espaldas. De pronto hay un gradual, pero rápido, fade-out y se oscurece totalmente. Suponemos que entraron a un túnel por el sonido: continúa el diálogo y el rumor del coche a oscuras. Después hay un fade-in también gradual y, sin el menor cambio en el encuadre, vemos atrás la boca del túnel que se aleja.

Por último, transcribimos un diálogo entre un comensal que quiere propasarse con una mesera y se da un intercambio de dulce ironía. La mesera está por retirar una taza y el cliente le toma la mano y le dice:

-Todavía no. Qué lindas y hermosas manos.

Ella zafa su mano y le contesta:

-Seguramente usted es un quiromante.

-¡Soy un experto! ¿Cómo lo adivinó?

-Lo adiviné.


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